Hay admiraciones puras y admiraciones envidiosas. La admiración pura es la que nos despierta aquello que está más allá de nuestras capacidades o de nuestras ambiciones. La admiración envidiosa es la que lleva dentro como una pepita un poco amarga la pena de no saber hacer aquello que se admira. Yo tengo una admiración pura por pintores, directores de cine, arquitectos, poetas, compositores, virtuosos de un instrumento musical. Lo que ellos hacen es inaccesible para mí. Puedo disfrutarlo sin la menor necesidad de emulación imaginaria, con el puro deslumbramiento de quien contempla desde la seguridad de su butaca a un equilibrista. La admiración envidiosa la reservo para el que hace algo que me gusta mucho y que razonablemente yo también podría haber hecho. Por eso no envidio a un pintor, pero sí a un dibujante, y no a un gran pianista, pero sí a ese conocido que aprendió lo bastante como para tocar en casa, sin la entrega agotadora y la neurosis solitaria del músico profesional, pero con ese conocimiento que solo se adquiere desde el interior de un arte, desde su práctica asidua. Tengo un amigo en Nueva York que se jubiló hace unos años de un trabajo de ejecutivo bancario y ahora dedica una gran parte de sus días a estudiar violonchelo. Fui a su casa y cuando vi en su estudio el chelo sobre su soporte, junto al atril de las partituras, sentí una envidia que no se me ha pasado. Mi amigo no va a dar conciertos, ni a competir con otros músicos, ni falta que le hace, igual que un corredor o un ciclista aficionado no sentirán la frustración de no batir ningún récord. Pero su relación con la música va a ser mucho más honda y más placentera que la mía, porque sabrá disfrutar no solo del resultado final, sino de lo que es mucho más importante, el proceso que lleva a él, los saberes necesarios para que suceda. Con frecuencia los juicios de un experto en un arte pueden ser demasiado vagos y demasiado tajantes: asistir a una conversación entre dos artistas, dos pintores o dos músicos, es asomarse a la maravilla modesta de lo concreto, como oír hablar a cualquiera de su oficio, a un jardinero o un albañil o un mecánico, cualquiera que tenga la inteligencia de las manos y sepa cómo funcionan por dentro las cosas.
[...]
Seguir leyendo en EL PAÍS (4/1/13)
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Tengo, no sé si admiración pura o envidiosa, por los juntaletras – ésta quizá envidiosa, porque cualquiera cree poder hacerlo, aunque luego la realidad te devuelva a la tierra-, pero sobre todo, especialmente, por los músicos.
“Igual que muchísima gente podría aprender a tocar con solvencia un instrumento musical, o cultivar la voz, o escribir con claridad y precisión, o a practicar un ejercicio saludable, estoy seguro de que una educación plástica temprana revelaría en muchas personas una capacidad al menos aceptable para el dibujo.” Estoy totalmente de acuerdo con este comentario. En mi caso, como ya he dicho, noto a faltar mayor formación en tocar algún instrumento.
¡Gotardo, que llevo esperando toda la mañana! :)
Yo reconozco que tengo una “admiración envidiosa” (acabo de identificarla, no quería reconocer que fuese envidia simple) hacia Antonio M.M. por lo bien que explica sentimientos e ideas que son iguales a las mías y yo soy incapaz de explicar y que, al final de una lectura, me hacen exclamar ¡si eso es lo mismo que yo pienso, que yo creo, que a mi me pasa..! Queda adoptado por MI VOZ, amigos, que lo sepais.
Hay muchos en este país que nos han forzado a tener que dejar de comprar la prensa, y con ello a no poder leer entero este artículo, por ejemplo. Desgraciadamente la cultura también es para el que tiene dinero, como todo.
Querido aAntonio, ¿ Qué pasó con el dibujo que te regalé en la caseta el pasado año en La Feria del Libro? ¿Lo perdiste? Como no tube noticias tuyas de si te había gustado, me quede preocupado y sigo con la incertidunbre que no saber lo que pasó.
Un cariñoso abrazado desde Fuenlabrada.
Gracias por el árticulo de Hoy.
Si lo perdiste, te puedo dibujar otro en color azul.
Ser un diletante o un mero aficionado en la música, la pintura, la escritura… Eso es tener espacios de libertad y disfrute. Yo intenté aprender a tocar el acordeón y algo conseguí, sobre todo pasar buenos ratos ensayando y luego interpretando esas canciones.
Siento una admiración pura por Antonio Muñoz Molina, aunque escribir es algo que puedo hacer y que podría hacer mejor, he dedicado mi vida a otras cosas y hace mucho que estoy convencido que poder expresarme con cierta claridad y precisión es lo máximo a que puedo aspirar.
Sin embargo admiro envidiosamente tu capacidad de observación, como envidió a todos aquellos que son capaces de leer y comentar todos aquellos libros que tengo en mi lista de imprescindibles y que no alcanzo a leer. Lo mismo podría decir de la música, cine o arte a los que no consigo acceder con calma para apreciar.
Ya que soy consciente de mis limitaciones me propongo metas razonables, este año intentaré seguir de manera más constante los escritos de AMM que la tecnología me ha acercado un poco más y que seguro amplía mi campo de visión.
Lo que yo siento por su literatura es admiración pura. Puro deleite.
Lo que yo siento por su literatura es admiración pura. Puro deleite.
Hay cuadernos para usos diversos. El comerciante de la tienda de ultramarinos del barrio de la Tercia -en invierno compraba aceituna y vendía aceite- anotaba en ellos las cantidades entregadas y retiradas con los clientes; además de las ventas que no cobraba hasta que pagaban los jornales de la recolección y había dinero en las casas. Hojas y hojas con números y nombres y cuentas de sumas y multiplicación con decimales que, al no tener calculadora, hacía repasar a los muchachos más aventajados de la escuela a cambio de bolsas de pipas o caramelos.
El dueño de la ferretería de la calle Agua que tenía almacén de materiales, siempre estaba en el mostrador pasando a limpio con lápiz bien afilado las cantidades de sacos de yeso, cemento, ladrillos… escritas en un trozo de cualquier papel o cartón al hacer la entrega.
Jacinto, para apuntar los kilos de uvas llevados a la cooperativa, no usaba cuadernos; le hacían el mismo servicio las hojas grandes arrancadas de los calendarios que regalaba la Caja Rural Provincial. Muchas veces, si uno daba la vuelta, en la otra cara había una buena fotografía de la plaza de Almagro, de las Casas Colgadas de Cuenca o una cascada de las Lagunas de Ruidera.
José María, puedes encontrar el artículo completo en un tweet de la RAE de hoy.
Por otra parte, gracias a AMM una vez más por darnos a conocer a estos artistas.
Estoy de acuerdo con nuestro anfitrión en el sentido de que hay parcelas del saber, del conocimiento, de las artes, por las que uno se apasiona, siente un apego especial y a ello le dedica todo su esfuerzo, tenacidad, y bastante de su tiempo, para descubrir, trágicamente, que jamás estará a la altura de esa genialidad o virtuosidad que muestran algunos, con igual (¡o incluso menor!) trabajo.
¡Enhorabuena a todos los genios!
P.D.: mi propósito para el año 2020 (por lo menos) será tomar clases de piano.
Saludos.
Joseph Cornell et les surréalistes à New York : Dali, Duchamp, Ernst, Man Ray . Musée des beaux-arts, 20, place des Terreaux, Lyon. Du mercredi au lundi de 10 heures à 18 heures. De 6 € à 9 €. Jusqu’au 10 février 2014.
Una muy buena exposición sobre Joseph Cornell en Lyon…
Mejor según los artículos de la prensa francesa que la que hay en esto momentos en el Centro Pompidou de París.
Le Surréalisme et l’objet. Centre Pompidou, Paris 4e. Du mercredi au lundi de 11 heures à 21 heures. Entrée : de 11 € à 13 €. Jusqu’au 3 mars 2014.
José María Puga,
Pinchando en el enlace que dice “seguir leyendo en El País”, justo debajo del artículo, vas al artículo completo. Prueba y dinos si te funciona.
¡Vaya adjetivos que nos has regalado! “Autoridad episcopal”, je, je, me ha hecho mucha gracia este en particular.
Yo siempre he tenido cuadernos para escribir, pero de un tiempo a esta parte los necesito más que nunca. Apunto ideas, cosas de trabajo, precios, medidas, títulos de libros, dibujo cosas que se me ocurren (dibujo mal, pero dibujo algunas veces), combinaciones de colores, garabatos, bocetos de diseños, alguna que otra emoción… Y digo que cada vez los necesito más porque tengo la memoria tan llena de cosas inútiles que cada vez me cuesta más recordar cosas nuevas. Y no veo la manera de deshacerme de toda la morralla. ¿Alguien sabe cómo borrar voluntariamente datos de la memoria para dar paso a otros? ¿O no funciona así la cosa? En todo caso, me encantan los cuadernos.
En el último libro de Rosa Montero se cuenta un caso parecido al del amigo de Antonio, el ejecutivo bancario. Es el de Minna Keal. Nació en Londres en 1909. Era hija de emigrantes judíos rusos. Le encantaba la música y empezó a estudiar en la Real Academia, pero su padre murió y tuvo que abandonar la carrera a los diecinueve años para ponerse a trabajar. Durante su vida tuvo diferentes trabajos y cometidos dentro del partido comunista del que se salió después de la invasión de Hungría. Al cumplir los sesenta se jubiló y decidió retomar sus clases de música. Luego estudió composición. Su primera sinfonía fue estrenada con gran éxito en 1989 en los BBC Proms del Royal Albert Hall de Londres. Tenía ochenta años. Hasta su muerte, una década después, se dedicó por entero a su pasión, la música. Es un buen ejemplo de un talento aletargado durante toda una vida.
A menudo se les pregunta a los niños qué quieren ser de mayores. Casi todos responden en función del espectáculo actual del cine o de lo que se ve por televisión: policía, futbolista, bombero… Luego vienen las preguntas que se hacen a los que han alcanzado cierta madurez: ¿Qué te hubiera gustado ser de haber tenido la oportunidad? Yo siempre he contestado que me hubiera gustado ser artista. Pero uno, afortunadamente, descubre pronto que carece absolutamente de cualquier rastro de talento. Ha intentado a golpe de pasiones diferentes ramas: la pintura, la música, el dibujo, la escritura… pero pronto los esfuerzos se fueron por el desagüe del desánimo y la frustración. Tan solo se me ha concedido, si acaso, la capacidad de encontrar ese talento en los otros. Así que al menos se puede ir por la vida disfrutando de la obra de los talentosos y de los genios, porque en la vida, en la historia, hay tanto y tanto talento…
Hermi,
¿Qué es para ti “ser artista”?
Recuerdo con agrado y una clara sonrisa los numerosos cuadernos moleskine, su ancho elástico y el pequeño dibujo que mi amigo, el escritor, hacía en las esquinas de cada hoja y que pasado con rapidez parecía la película de un héroe esquinado y encerrado entre tapas negras.
Abrazos a todos y Feliz año.
Gracias por tu artículo por el que tengo admiración y envidia.
” … Soy capaz de admirar sin ninguna reserva … ”
” [...] Cuando los patos silvestres y Nils Holgersson llegaron, por fin, a Oland, descendieron en la playa, como todos los pájaros. La niebla que cubría la isla era tan espesa como la que flotaba sobre el mar, lo cual no impidió que Nils quedase estupefacto al ver tan gran número de pájaros en el reducido espacio que sus ojos alcanzaban.
Era una costa baja, sembrada de piedras y charcos de agua y medio cubierta por las algas que arrojaba el mat. Si Nils hubiera tenido que escoger el terreno, no hubiesen descendido allí de ningún modo; pero los patos parecían estar en el paraíso. Muchos ánades y patas grises correteaban por el prado; en los arenales veíanse chochas y algunos otros pájaros que viven en las costas. Las gaviotas se bañaban en el mar y pescaban. Pero la animación mayor distinguíase sobre los bancos de algas, que recortaban la costa. Los pájaros se agrupaban estrechamente y todos picoteaban larvas y gusanos hasta hartarse, pues nadie se quejaba por falta de alimentación.
La mayor parte de las aves allí congregadas tenían que continuar su viaje, ya que sólo se habían detenido para descansar. Cuando el jefe de una bandada consideraba que sus compañeros habían restaurado suficientemente sus fuerzas, les decía:
—Si estáis preparados, volemos. [...] ”
Selma Lagerlöf
“El maravilloso viaje de Nils Holgersson
a través de Suecia”
Traducción de Carlos Antonio Talavera
Revisión literaria de Vicente Clavel
Editorial Cervantes — Círculo de Lectores (1962)
” [...] Pero lo que a él le gusta esta mañana no es mostrar esas obras que ya están terminadas, sino el laberinto de materiales y herramientas que llenan el taller, y que son el magma de lo que todavía no ha hecho, de lo que está surgiendo ahora mismo, en la encrucijada entre las cosas y su manera de mirarlas, de tocarlas, de someterlas a una interrogación precisa. Hay sacos, trapos, bobinas de hilo industriales que han cobrado un bello color amarillo porque pertenecieron a algún telar hacia los años treinta, pedazos de cartón, trozos de tuberías de plomo, planchas de hierro, un árbol entero cortado en láminas verticales y apoyado contra una pared, bloques de madera que huelen a resina. En este taller cada cosa puede convertirse rápidamente en otra, cambiar no sólo su utilidad sino hasta su consistencia física: los trozos plegados de cartón se convertirán en cartones de bronce, los tubos de plomo se retorcerán sobre una cabeza como el amasijo de serpientes en la cabellera de la Medusa, lo que parece un pedestal de madera ennegrecida en realidad es de bronce, como si en este taller se hubieran reproducido a velocidad de vértigo los procesos de fosilización de la materia orgánica o las metamorfosis de la mitología. (…)
[ (...) En mi tierra las ventanas mantienen con el exterior una relación difícil, de cautela y secreto: se abrían ventanas pequeñas en los muros muy gruesos, para resguardo contra el frío en casa sin calefacción, para protegerse en la penumbra de los calores del verano, y también porque el cristal sería caro. Había rejas en las ventanas, postigos, celosías heredadas de los harenes musulmanes, igual que la vocación de hermetismo de los muros encalados y muy altos, de la vivienda replegada sobre sí misma, abierta sólo al cielo desde el patio interior. (...)] ”
AMM
“Ventanas de Manhattan” (Seix Barral, 2004)
” … con el puro deslumbramiento de quien contempla desde la seguridad de su butaca a un equilibrista … ”
” [...] Estaba en el primero cartapacio pintada muy al natural la batalla de don Quijote con el vizcaíno, puestos en la mesma postura que la historia cuenta, levantadas las espadas, el uno cubierto de su rodela, el otro de la almohada, y la mula del vizcaíno tan al vivo, que estaba mostrando ser de alquiler (…). Tenía a los pies escrito el vizcaíno un título que decía: Don Sancho de Azpetia, que, sin duda, debía de ser su nombre, y a los pies de Rocinante estaba otro que decía: Don Quijote. Estaba Rocinante maravillosamente pintado, tan largo y tendido, tan atenuado y flaco, con tanto espinazo, tan hético confirmado, que mostraba bien al descubierto con cuánta advertencia y propiedad se le había puesto el nombre de Rocinante. [...] ”
(Capítulo IX. ‘Donde se concluye y da fin a la estupenda batalla que el gallardo vizcaíno y el valiente manchego tuvieron’)
” Yo apenas tenía unos meses cuando en septiembre de 1968 Yves Montand triunfó con La bicyclette. La canción estaba compuesta por Pierre Barouh y Francis Lai. [...] ”
Elsa Fernández-Santos
‘Saber caer (primera lección de yudo)’
“Diez bicicletas para treinta sonámbulos”
Demipage, 2013
” [...] En todos los cuentos de Alexie brilla una mirada sin prejuicios, crítica con todo, incluso con su propia tradición y origen tribal, que sirve de contrapunto al discurso dominante, el del rostro pálido. ”
José Luis de Juan
en su reseña sobre
“Danzas de guerra, de Sherman Alexie”
Babelia, 4/enero/2014
” 20 de julio 1912
Señor Don José Ortega y Gasset
Mi querido amigo:
Bien hace V. en rechazar ciertos adjetivos que el uso ha desgastado. Crea, sin embargo, que no he sido irónico con V. La palabra maestro es para mí muy sagrada y nunca la empleo en forma equívoca. Al llamarle maestro le digo hoy lo que, acaso, le llamen a V. mañana, cuando haya dejado de serlo. Si maestro es el que influye en el alma del prójimo, no es cosa tan reñida con la juventud que no pueda decirse de un joven. (…)
Cordialmente y sin adjetivos,
Antonio Machado ”
“Tres cartas inéditas de Machado a Ortega”
por José Luis Cano
—Revista de Occidente (marzo/abril 1976)—
” [...] —Oh. ¿En qué periódico? —dijo Lydia y luego se dio cuenta de que su curiosidad debía de parecerle bastante grosera a cualquiera que fuese tan prudente.
—No es un periódico del que haya oído usted hablar. Es solo el diario de una ciudad industrial. Y en otros periódicos anteriormente. Esa ha sido mi vida.
—Y ahora ¿le gustaría hacer un libro sobre Willa Cather?
Aquella pregunta no le parecía tan fuera de lugar, porque siempre estaba hablando con personas que querían escribir libros sobre algo.
—No —dijo sombríamente—. Mis ojos no me permiten leer ni escribir más allá de lo estrictamente necesario.
Aquella era la razón por la que era tan pausado comiendo.
—No —prosiguió—. No digo que en un momento dado no hubiera pensado en eso, en hacer un libro sobre Willa. Habría escrito algo sobre su vida aquí en la isla. Se han escrito biografías, pero no mucho de esa etapa de su vida. Ahora he abandonado la idea. Hago mis investigaciones solo para mi propio placer. Me llevo una silla de tijera hasta allí y me puedo sentar bajo la ventana en la que ella escribía y miraba el mar. Nunca hay nadie allí.
—¿No se conserva? ¿No es una especie de monumento? [...] ”
Alice Munro
“Las lunas de Júpiter” (1982)
‘Alga marina roja’
Traducción de Esperanza Pérez Moreno
Debolsillo, 2012
” —Álbum—
V
Para lograrlo fue menester un nieto
Que lo llevara de prisa en sillón,
En arrebato sorpresa por el cuello,
Mostrándolo vulnerable al placer,
Llegando así de pronto, como cualquier
Puesta a prueba, luego el claro suceder
De lo que erat demonstrandum.
Justo como los tres intentos de un hijo
Por darle un abrazo en Elysium
Rumbo a mis propios brazos fluyeran,
Y desde y hacia la raíz latina, el espectro
Del Verus que se ha deslizado de ‘veras’. ”
Seamus Heaney
“Human Chain” (2010)
Traducción de Pura López Colomé
Visor Libros, 2011
No resulta fácil compaginar sublimes admiraciones con el aprendizaje de una mirada tan ávida como ansiosa por descubrir trazos escondidos y purezas o envidias dignas de ser estudiadas en clase de dibujo.
Empezar el nuevo año regresando a una sección de Ida y Vuelta tan cromáticamente impactante ayuda a disfrutar, y de qué manera con la inmersión babélico-festiva de hoy.
…Con ese mayúscula, of course :)
” … Hay capacidades que están más repartidas de lo que parece … ” :)
La admiración pura es la que nos despierta aquello que está más allá de nuestras capacidades o de nuestras ambiciones.
La Alhambra de Granada es la fuente de inspiración más fértil de todas de las que he bebido
http://youtu.be/VcLf7lKl9p4
Amperio de la Ley,
Ser artista es lo que cantaba Concha Velasco. “Mamá, quiero ser artista”.
“hay dos clases de personas: los artistas y todos los demás”.
https://www.youtube.com/watch?v=0hpmopUXN7c
Hermi, a servidor le hubiera gustado ser sociólogo o arquitecto, por ejemplo, pero ante todo y sobre todo, uno de esos que diseñan las maquetas de los periódicos y revistas. Maquetador. Bonito oficio.
Pero su relación con la música va a ser mucho más honda y más placentera que la mía, porque sabrá disfrutar no solo del resultado final, sino de lo que es mucho más importante, el proceso que lleva a él, los saberes necesarios para que suceda.
Pensaba en mi amigo B., que se jubiló de su trabajo en una organización financiera y a los setenta años recuperó con entusiasmo y tesón el estudio del violoncello.
A su salud, Antonio Muñoz Molina [Escrito en un instante, 14 de mayo de 2012]
Tener tiempo para dedicarlo a lo que uno le gusta de verdad.
¿De qué manera contribuye uno a enriquecer la vida de los demás? A conseguir, por ejemplo, que sus hijos sean más. Más responsables, mejores ciudadanos, buenas personas.
Le pido al director de este espacio que me cambie el nombre que uso aquí (ESTHER) o que me diga como lo puedo hacer yo, porque acabo de ver que hay otra persona que lo lleva y ha dejado un comentario.
Demasiadas ESTHERES :)
Hermi
Yo creo que tienes talento para la escritura…
Amperio de la Ley
¡Estoy contigo! Me encantan los cuadernos. El problema es que tengo varios, de distintos tamaños, colores y de texturas diversas, que uso en ocasiones dispares y ¡menuda desorganización! Entorpecen más que ayudan.
Disfruto mucho de vuestros comentarios, algunos tan enriquecedores.
Saludos.
Muy interesante la lectura de El artesano, de Richard Sennet, a este respecto.
Esther, debes cambiar el hombre que escribiste bajo “deje un comentario” :)
A. Alba,
Sí, ese libro es una joya.
Amperio de la Ley,
A. Alba,
http://elpais.com/diario/2009/05/16/babelia/1242431417_850215.html
” … pero no hay casi nada que me dé más envidia que los cuadernos de los dibujantes … ”
” —Tornasol—
Tras de las persianas
Verdes, el verdor
De aquella enramada
Toda tornasol
Multiplica en pintas,
Rubias del vaivén
De lumbre del día,
Una vaga red
Varia que, al trasluz
Trémulo del estío,
Hacia el sol azul
Ondea los visos
Informes de un mar
Con ansia de lago
Quieto, claridad
En un solo plano,
Donde esté presente
—Como un firme sí
Que responda siempre
Total— el confín. ”
Jorge Guillén
“Cántico” (1974 y 1983)
Seix Barral, 1984
” [...] Pidió las llaves a la sobrina del aposento donde estaban los libros (…), y ella se las dio de muy buena gana. Entraron dentro todos, [...] ”
(Capítulo VI. ‘Del donoso y grande escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro ingenioso hidalgo’)
” [...] But in the course of this heartbreking chastening story —in the hands of Edith Grossman’s remarkably vivid translation— you will feel you have followed Ignacio Abel through every circle of his manmade hell. Like him, you won’t be who you were when you started. [...] ”
Marie Arana
“In the night of time” by Antonio Muñoz Molina
—The Washington Post. Books— (January 2, 2014)
” [...] —¿Esperar qué?
—Esperar a que el sol se ponga.
Al principio pareciste muy sorprendido; luego, te reíste de ti mismo. Y me dijiste:
—¡Me creo siempre en mi casa!
En efecto. Todo el mundo sabe que cuando es mediodía en los Estados Unidos el sol se pone en Francia. [...] ”
Antoine de Saint-Exupéry
“El principito” (1953)
Alianza Editorial, 1996
” [...] Sólo cuando empezó a hablar se le calmaron los nervios. Lo tranquilizaba el sonido claro de su propia voz en el micrófono, la solidez del atril en el que apoyaba las manos. Lo había confortado antes de salir a la tarima el rumor cálido del público que llenaba la sala, [...] ”
AMM
“La noche de los tiempos” (Seix Barral, 2009)
Que los Reyes Magos nos traigan lo mejor a todos los lectores del blog de nuestro querido anfitrión.
…A Antonio, de momento, le han dejado uno de sus libros en inglés :)
Good luck!!
Cheers!!! :)
” [...] Es el momento de amedrentar con la mirada el rostro de los relojes y los horarios, de escudriñar el mármol varicoso que hay bajo nuestros pies, [...] ”
Joseph Brodsky
“Marca de agua” (1992)
Traducción de Menchu Gutiérrez
Ediciones Siruela, 2005
” … Cómo no va uno a tenerle envidia a quien hace esos cuadernos … ” :)
mgc,
¡Excelente,
A mí me hubiera gustado ser tronista de “Mujeres y hombres y viceversa”…
Yo hubiera sido dibujante pero…cuando conocí al papá de mi señora me preguntó…¿ Y tú además de hacer estos dibujitos, con qué otros ingresos cuentas ? Me partió a la mitad.Lo tuve que dejar.
Ayer cometí la insensatez de quedarme hasta las 2:40 leyendo Crimen y castigo y esta mañana no me tengo en pie.
Raskolnikof acaba de devolver el hacha a la garita del portero y parece que ha perdido la facultad de razonar; a Josef K. lo he dejado con el ánimo hundido después de su conversación con el pintor sobre absoluciones aparentes y prórrogas indefinidas.
Para contrarrestar tanta amargura y sinrazón del bulevar K. y del callejón K., a ratos viajo a Balbec.
Mirad qué belleza.
“Volví a casa. Acababa de vivir el primero de año de los hombres viejos, que se distinguen ese día de los jóvenes no porque no les den aguinaldos, sino porque ya no creen en el Año Nuevo. Yo tuve aguinaldos, sí, pero no el único que me habría alegrado: una esquela de Gilberta. Y, sin embargo, yo aún era joven, puesto que le había escrito una carta donde le contaba los solitarios ensueños forjados por mi cariño, en la esperanza de suscitar en ella ensueños semejantes. Y la pena de los hombres que envejecen es el no soñar ya siquiera en escribir cartas de ésas, porque saben que son ineficaces.”
En busca del tiempo perdido 2. A la sombra de las muchachas en flor, Marcel Proust. Traducción de Pedro Salinas.
Feliz Epifanía.
María Regla Pérez,
Proust es nuestra infancia en estado puro. Yo siempre vuelvo a Balbec cuando me afrige la tristeza o necesito renacer de nuevo. Proust me renueva por dentro, siempre.
Un cordial saludo y un año repleto de epifanías. :-
Gaspard,
Yo creo que el mejor oficio del mundo es viajar, contarlo y que te paguen por ello. Pero hay que tener mucho talento también para hacer eso.
Imagina la vida que pueda llevar Miquel Barceló. En su estudio, ante un gran lienzo, dando rienda a la imaginación, con una técnica propia amasada durante años y años y que venga gente de todo el mundo a ofrecerte lo que sea por tu trabajo. Marcharte por el mundo de viaje y llevar tus cuadernos y que te los editen en edición de lujo…
Mácsima,
Macsima, te invito a lo que sea.
José Carlos P.T. ( El Fotógrafo de la Polaroid ),
Tengo el dibujo en casa enmarcado. Disculpa que me olvidara de darte las gracias.
antoniomm,
Yo si que no me lo creo, Antonio. Mil gracias. No sabes la alegría que me has dado. Siempre estaré en deuda contigo, siempre.Por ser como eres, por tus árticulos en Babelia y por tus novelas que las llevo conmigo. :-)))))))))))))))))))))))))
Al leer la entrada me he acordado de un precioso texto de Sabater que aparecía en la prueba de septiembre de la PAU en Madrid, creo, he hecho tantos con los alumnos que ya me bailan los textos. Decía el autor que “admiramos con lo de admirable que hay en nosotros”. Esa es la admiración que nos engrandece y esa es la sensación que creo tener ante la gran literatura o la música o el arte en general o los grandes descubrimientos científicos tan fáciles una vez han sido desvelados por los sabios. Pura alegría.